sábado, 13 de junio de 2009

Ignoro el color de la sombra

Ignoro el color de la sombra,
el sabor de la fruta inmadura,
la distancia entre dos corazones,
del néctar su dulce amargura.

De Cupido la intensidad de su flecha,
del pájaro el color de su nido,
del reloj su estúpida marcha,
del verbo su sitio prohibido.

Yo sufro de mal de ignorancia
de fiebre de color angular,
me mata mi palabra vacía,
me duele mi torpe pensar.

Yo quise pensar que sabía
el exacto lugar de mis pasos,
y encontre la huella dejada
por el sordo besar de mis labios.

2 comentarios:

Joana dijo...

Los que suffrimos el mal de la ignorancia, tenemos la suerte de buscar continuamente los medios para remediarla.
Un abrazo

F.Cejudo dijo...

Es sano, lo miro desde el punto de vista de la ignorancia positiva, como punto de partida de alcanzar conocimiento y superación, que al fin y al cabo, es el reto de la vida.
Un abrazo.